El Museo Arqueológico de La Gomera

Visión y misión

La razón de ser del museo se basa en tres aspectos. El primero es la muestra permanente del conocimiento general que tenemos sobre los antiguos gomeros. Buena parte de nuestra misión la entendemos dentro de un concepto muy amplio de educación, dirigido a toda la comunidad en la que el personal del museo está incluido. El segundo es la conservación de los objetos, que incluye la información sobre cualquier aspecto de esta cultura, tanto objetos como potenciales yacimientos arqueológicos. Y el tercero es la investigación, planteada en necesaria red con otras instituciones, empresas, asociaciones o particulares. Nuestra misión está precedida de valores como implicación, sostenibilidad, trabajo en red, humildad, comunidad, exploración y cercanía. Pretendemos ser un referente en nuestra isla, y hacer lo posible para que la red con la que trabajamos también lo sea. El centro es considerado solo un punto de partida, una oportunidad en el territorio. El valor inmaterial del museo es en realidad su esencia: lo que hacemos, descubrimos, conservamos, aprendemos y compartimos.

Historia del museo

El edificio que alberga la sede del museo se construye en la segunda mitad del siglo XVIII. Su propietario fue Miguel de Echeverría y Mayora, natural de Navarra, quien fuera militar primero, político y empresario después; en la isla vivió un ascenso meteórico siempre vinculado al poder señorial.

El inmueble original comprendía también la casa de Los Armas-Echeverría, anexa a la sede del museo arqueológico. Al separarse ambas propiedades, en el siglo XIX, algún heredero sacó el escudo de madera a la fachada exterior del edificio; reivindicando así una línea directa con el linaje fundador de los Echeverría y Mayora.

Ya en el siglo XX la casa fue destinada a vivienda, conociéndola por los vecinos como “La Casa del Cañón”, pues un cañón en su esquina hacía las veces de contrafuerte. En la segunda planta estaba el juzgado de la isla, en el patio había viviendas y en la trasera se localizaba una latonería. A partir de los años 80 del siglo pasado, el inmueble fue adquirido por un ciudadano italiano que devuelve al edificio parte de su aspecto original.

En 1994 el edificio fue adquirido por el Gobierno de Canarias con el fin de instalar en él el Museo Arqueológico de La Gomera, que abre sus puertas el 25 de abril del año 2007, gestionado por del Cabildo Insular.

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